Disculpa poeta que también yo tome la palabra,
hablo el Río Colorado,
río que irriga los surcos y campos de mis tierras de Arizona.
Deja que te diga que en ese eterno dormir,
de rocas y lagartijas.
De serpientes cascabeles.
Escorpiones,
y nocturnas lechuzas que cuidan el silencio,
ese donde se esconde la soledad de las arenas.

Fragmento del poema Yo no vengo a pedir piedad

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