Las amígdalas, un par de ganglios que se encuentran ubicados en la parte posterior de la garganta, están expuestas a una gran cantidad de microorganismos que las pueden infectar e inflamar.

Esta condición se conoce como amigdalitis o anginas y se caracteriza por una incómoda sensación de dolor, malestar en la garganta y problemas para deglutir los alimentos.

Suele ser un problema leve y de poca durabilidad, aunque es necesario brindarle atención oportuna para evitar que se generen complicaciones.

Si bien muchos tratamientos antibióticos convencionales promueven su alivio, existen remedios de origen natural que pueden brindar efectos similares.

Aunque en cada caso pueden actuar de forma diferente, según la gravedad del problema, estas soluciones son una forma eficaz y segura de hacerle frente a esta condición.

Por esta razón, en el siguiente espacio hemos recopilado las 5 mejores opciones para que las tengas en cuenta ante el primer síntoma.

¡Descúbrelas!

1. Aloe vera y jugo de naranja

La-naranja

El poder antibacteriano del gel de aloe vera combinado con la vitamina C del zumo de naranja nos brinda el cóctel perfecto para combatir la amigdalitis.

Sus propiedades favorecen el alivio de la inflamación y, de paso, combaten algunos virus y bacterias que se proliferan en la zona.

Ingredientes

  • El jugo de 5 naranjas
  • 1 cucharada de gel de aloe vera (15 g)

Preparación

  • Extrae el zumo de cinco naranjas y mézclalo con el gel de aloe vera hasta obtener una bebida homogénea.

Modo de consumo

  • Ingiérelo una o dos veces al día hasta aliviar la inflamación de las amígdalas.

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2. Jugo de cebolla y miel

Las propiedades antibióticas y antiinflamatorias del jugo de cebolla con miel son útiles para eliminar los microbios que afectan la salud de estos ganglios.

Su consumo controla la hinchazón y crea una capa protectora contra las bacterias que generan infecciones.

Ingredientes

  • El jugo de ½ cebolla
  • 6 cucharadas de miel (150 g)

Preparación

  • Extrae el zumo de media cebolla y mézclalo con las cucharadas de miel.

Modo de consumo

  • Ante el primer síntoma, consume una cucharada del remedio, cada 2 o 3 horas.

3. Agua tibia con limón y sal marina

Agua con limón y sal

Las propiedades alcalinas del limón son ideales para promover la desinflamación y el control de las infecciones bacterianas.

En este caso potenciamos sus efectos con la acción antibiótica de la sal marina, un ingrediente rico en minerales esenciales que fortalece las defensas.

Ingredientes

  • 1 vaso de agua (200 ml)
  • El jugo de ½ limón
  • 1 pizca de sal marina

Preparación

  • Pon a calentar un vaso de agua y, cuando esté tibia, agrégale el zumo de medio limón y una pizca de sal marina.
  • Remueve los ingredientes y asegúrate de que queden bien disueltos.

Modo de consumo

  • Ingiere la bebida dos veces al día.

Visita este artículo: Los 10 beneficios que la sal marina le aporta a tu cuerpo

4. Infusión de jengibre y miel

El gingerol, uno de los principales activos del jengibre, le confiere propiedades antiinflamatorias que ayudan a controlar los síntomas de la amigdalitis.

Sus propiedades se combinan con los antioxidantes y enzimas de la miel, y nos brindan un remedio calmante que fortalece el sistema inmunitario.

Ingredientes

  • 1 taza de agua (250 ml)
  • 1 cucharada de raíz de jengibre (10 g)
  • 1 cucharada de miel de abeja (25 g)

Preparación

  • Pon a hervir la taza de agua y, cuando llegue a ebullición, incorpora la raíz de jengibre y la miel de abejas.
  • Deja que repose unos diez minutos, cuela y consúmela.

Modo de consumo

  • Asegúrate de que la infusión esté tibia, ya que si la consumes caliente puede empeorar la irritación.
  • Toma una o dos tazas al día.

5. Leche de coco y albahaca

leche de coco

La leche de coco es un producto de origen vegetal que se destaca por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Contiene ácidos grasos esenciales, además de minerales y aminoácidos que, tras ser asimilados, mejoran la respuesta del cuerpo contra el ataque de los virus y bacterias.

En este remedio la combinamos con la albahaca, una planta refrescante que ayuda a reducir el dolor causado por la inflamación de las amígdalas.

Ingredientes

  • ½ taza de leche de coco (125 ml)
  • 1 cucharada de albahaca (10 g)

Preparación

  • Pon a calentar la leche de coco y agrégale la cucharada de albahaca.
  • Deja que se enfríe a temperatura ambiente, cuélala y consúmela.

Modo de consumo

  • Ingiere una porción de la bebida y, si es necesario, repite su ingesta durante dos o tres días.

Como puedes notar, son varias las opciones para calmar los molestos síntomas que se producen por esta condición.

Elige la que consideres más apropiada y sigue las recomendaciones de consumo para obtener buenos resultados.

 

 

 

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