Tu mundo, es el mismo que el mÃo, estamos posicionados en partes diferentes pero igual, es nuestro mundo.
Solemos cambiar aspectos del mismo, darle giros innecesarios y diferentes. El prodigio de la vida nos capacita para entender que formamos parte ineludible de nuestro bendito y prodigioso planeta tierra.
Hemos desarrollado capacidades intelectuales que no poseen otros habitantes que nos acompañan, los animales, pero, que también son parte fundamental de nuestro mundo.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de un Creador (si crees en el), es por eso que de alguna manera tenemos sentimientos que nos diferencian de las demás especies que nos acompañan.
Nuestra existencia tiene un lÃmite, determinado por caracterÃsticas propias o formas de vida no adecuadas.
Experimentamos cambios a medida que nos desarrollamos, estos pueden ser beneficiosos o destructivos, somos arquitectos de nuestro propio destino (Fragmento del poema En Paz de Amado Nervo).
En resumen, ¿porque destruir el lugar en el que habitamos? No destruyes tu casa, a menos que sea para mejorarla.
Este es el lugar donde vivimos, el de nuestros hijos, nuestros nietos, bisnietos y hasta donde les permitamos llegar a nuestras generaciones.
Optimicemos nuestros recursos y hagamos de este espacio un lugar en el cual podamos sobrevivir sin que le quitemos a otros los recursos que necesitamos.