El agua, un recurso en graves problemas, derivados de nuestra falta de conciencia.
Traigo a esta maratón de blogs guatemaltecos, el siguiente artículo, sin lugar a dudas, digno de participar. Del blog HUNAHPU E IXBALANQUE, este tema, importante por cierto, dice así:

Hacia Una Política Efectiva de Manejo de los Recursos Hídricos

Por Abraham Barrios*

Los problemas asociados con la inexistencia de una política efectiva de manejo de los recursos hídricos tienen una solución eminentemente técnica. Las crisis causadas por la carencia crónica de agua potable, la contaminación de ríos y lagos, inundaciones, deslaves, daños recurrentes a la infraestructura pública y propiedad privada, (y las numerosas pérdidas humanas en cada instancia) podrían ser solucionadas, o evitadas del todo con herramientas técnicas y políticas rutinariamente utilizadas en otras jurisdicciones. Desgraciadamente, cuando nuestra cultura de irrespeto a la vida se combina con niveles obscenos de ignorancia, líderes de todo tipo agravan el problema al perpetuar la creencia de que todo se explica con un “no hay agua”, “no hay dinero”, “son desastres naturales” y hasta “es castigo de Dios”.

El precio de la ignorancia nos ha salido demasiado caro, no somos ni siquiera capaces de entender que nuestros problemas tienen solución. De esta cuenta, el primer paso hacia una solución integral al problema del agua debe consistir en desvanecer los muchos mitos que sobre los recursos hídricos se han creado, y que han servido nada más para alimentar la atávica resignación chapina ante todo.

El segundo paso tiene que ser político. Venga esta del ejecutivo o del legislativo, la propuesta para una ley efectiva de aguas tiene que provenir de liderazgo político al más alto nivel, mismo que también debe comprometerse a encontrar una solución eminentemente técnica, subráyese, sin interferencias políticas de ningún tipo. Publicaciones recientes indican que los políticos empiezan a aceptar la necesidad de una política nacional de amplio espectro, sin embargo falta comprobar que lo que se propone en estos momentos no sean nada más vacías promesas de campaña, o peor aún, planes de clientelismo político a largo plazo.

El tercer paso es la elaboración de los documentos técnicos que habrían de constituir el marco legal de la ley. Lamentablemente, un proyecto de esta envergadura requeriría hordas de ingenieros, hidrogeólogos, ecólogos, biólogos y otros especialistas que simplemente no existen en Guatemala ni con la experiencia idónea ni en las cantidades necesarias. Conscientes de que preparar al elemento humano local tomaría muchos años, lo indicado sería aprovechar las décadas de experiencia de los países más exitosos en materia ambiental. La utilización de expertos internacionales no solamente nos ahorraría la necesidad de reinventar la rueda, sino nos permitiría adoptar prácticas ambientales de punta cuya efectividad ha sido plenamente comprobada.

En la práctica, la primera medida de la política nacional de manejo de recursos hídricos debería ser la división del territorio nacional en cuencas hidrográficas, y la constitución de sus respectivas autoridades. Las autoridades de cuenca deben concebirse autónomas, con objetivos y responsabilidades legales claramente definidos y protegidas de cualquier tipo de interferencia política a futuro. Para que las autoridades de cuenca puedan cumplir efectivamente con su misión, deberá ser responsabilidad exclusiva de éstas la revisión y aprobación de todos los estudios de impacto ambiental asociados con extracciones de agua, explotación de minerales, urbanizaciones, proyectos de infraestructura y cualquier otra actividad humana que tenga el potencial de afectar el medio ambiente. Idealmente, las autoridades de cuenca habrían de ser los entes ejecutores de toda legislación ambiental presente y futura.

Una vez establecidos los marcos técnico y legal de las autoridades de cuenca, cada jurisdicción procedería a elaborar documentos destinados a la protección de los recursos hídricos, energéticos, minerales y biodiversidad específicos a cada cuenca. Este es el tipo de trabajo que llevará décadas y para el que se requiere un número considerable de profesionales. Para que el elemento humano esté disponible cuando se necesite, será indispensable que las universidades y colegios profesionales participen plenamente en la elaboración del plan maestro.

En resúmen, la problemática asociada al mal manejo de los recursos hídricos tiene solución. Afortunadamente, el próximo gobierno no necesita tener todas las respuestas; simplemente necesita tener la suficiente voluntad política y un mínimo de competencia para saber donde empezar a buscar ayuda.

*consultor, ingeniero en recursos hídricos y sistemas ambientales.

Fuente original:HUNAHPU E IXBALANQUE

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