Esta es una nota sobre una película de Los Hermanos Coen, dos de los mejores cineastas de la actualidad.

EL HOMBRE QUE NO ESTABA AHI

Al final la vida siempre es hermosa y vale la pena vivirla, pero no se puede dejar de lado que, muchas veces, es difícil sobrellevarla. Los más optimistas, ¿ingenuos quizá?, justifican las adversidades con la trillada frase “pudo haber sido peor”; ¿optimismo puro o consuelo de pobre?
De cuando en cuando el cine aborda el tema, algunas veces no muy bien, otras de forma acertada. Un ejemplo de lo segundo es “The man who wasn´t there”, que traducida literalmente sería “El hombre que no estaba allí”.
Se trata de una lúcida pero complicada película de la factoría de los hermanos Coen, en donde se cuenta la historia de Ed Crane (Billy Bob Thornton), un peluquero cuya existencia es totalmente insustancial y sin ninguna gracia. Eso lo dice, aunque no literalmente, él mismo.
Ed es una persona normal, tiene esposa, un trabajo, es un miembro conocido dentro de su comunidad, es decir, tiene una vida para vivirla, pero como ya se dijo, se encuentra inmerso en el vacío. Por tal motivo, toma decisiones encaminadas a revertir el rumbo.
La cinta es una excelente muestra de cine arte, equilibrada en todas sus partes -guión, dirección, actuaciones, fotografía, maquillaje, dirección, por mencionar algunos-, todos elaborando un brillante conjunto, en donde sobresale la fotografía.
El peso de la historia recae en Billy Bob Thornton, quien realiza una enorme actuación. Su personaje le da exacto sentido al título del filme, pues representa a un tipo que deambula por la vida, con una expresión de indiferencia, en donde no se sabe si ignora todo cuanto lo rodea o es ignorado por su entorno.
Lo cierto es que el desarrollo de los acontecimientos lo llevan a pensar que la suerte está de su lado, pero al final el cúmulo de enredos lo conduce a un destino fatal, que en resumidas cuentas puede ser real o inventado por él mismo.
“El hombre que no estaba allí”, producida, escrita y dirigida por Joel y Ethan Coen, es una producción que pone de manifiesto, una vez más, el gran talento y oficio de estos dos cineastas. Está cargada de fino humor negro y situaciones absurdas, algunas veces grotescas, en donde cada cosa que sucede, por más paradójica que parezca, le da sentido a lo que se quiere mostrar.
Bueno, hay que tomar en cuenta que el planteamiento de los hechos no es simple. Lo cierto es que cuando se hace el recuento final, nada es lo que parece ser, por lo tanto se exige total atención por parte del espectador. La cinta fue estrenada en los Estados Unidos en el 2001, pero no llegó a las carteleras locales. Está disponible en video o DVD. Búsquela, se la recomiendo. Calificación 10/10.

Fernando Ramos

By fernandoramos

He publicado crítica de cine en Prensa Libre

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